¡Recuerda esto siempre!

Para una vida creativa sólo se necesitan dos cosas: poner atención y poner intención.

Una vida creativa no se tiene, se crea. Sólo hace falta un gesto diario que haga tu día más especial, que te recuerde quién eras antes de que alguien te dijera que el arte debía servir para algo útil. La creatividad es mantener vivo el espíritu, utilizar adrede un momento libre de culpa para existir sin producir, encontrar la belleza no obvia de las cosas.

La clave es mirar lo que ya tienes con una mirada nueva y hacer cada día algo levemente memorable.

Cambia algo de tu desayuno. Enciende una vela mientras trabajas. Estrena esa libreta. Romantiza las estaciones. Bájate del bus en una parada distinta. Observa los tejados de las casas. Juega a un juego que te guste. Ponte una prenda diferente esta mañana. Pierde el miedo al ridículo. Da una vuelta por el parque. Prueba una manualidad. Inaugura una tradición nueva en tu casa. Organiza un picnic. Inicia un diario. Practica la gratitud. Escribe una carta. Despídete de tus creencias limitantes.

¿No te das cuenta? No necesitas más tiempo. Ni más dinero. Ni ser habilidoso. Ni tener pareja, trabajo, un cuerpo canónico o el combo de esas cosas que nos han hecho pensar que son imprescindibles para ser válidos. La realidad es que YA lo eres. Una vida creativa te hará darte cuenta de que lo esencial ya lo tuviste en ti todo este tiempo.

Tienes derecho a hacer cosas que te gustan y a adornar tu vida con detalles bonitos sin dejar lo que amas para otra ocasión. La "ocasión especial" es estar vivo HOY. Por eso, hoy es un buen día para empezar.

¿Empezamos juntos?

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Escrito por: Cari Espinosa